domingo, 5 de octubre de 2008

Análisis de cuento corto: "Instrucciones para dar cuerda al Reloj"

Análisis de Cuento Corto: “INSTRUCCIONES PARA DAR CUERDA AL RELOJ”
Como todos los cuentos de este brillante escritor: es un Knockout certero. Hay que saber que el cuento comienza con la siguiente frase: “Allá en el fondo está la muerte”. Esto nos da un indicio de que Cortázar lo que quiere hacer es darnos la idea del tiempo del que dispone el hombre antes de morirse. En efecto Cortázar dice que hay que comenzar a dar cuerda al reloj, dejándolo correr, tratando de imitarlo y seguir sus pasos. Durante el cuento, Cortázar habla del aire, del perfume del pan, de la sombra de una mujer…etc. Cosas que el hombre se va encontrando a lo largo de la vida cotidiana. Pero lo que realmente nos hace darnos cuenta de que Cortázar quiere usar sus instrucciones (que parecen tan simples), para darnos una lección es lo siguiente: “¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus pequeños rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa”.
Es definitivo: imitamos al reloj, y corremos con él, pidiendo cada vez más en la vida. Luego las oportunidades que dejamos pasar nos van oxidando, y se meten por nuestras venas dejando huellas. Sin embargo continuamos adelante siguiéndole el paso al reloj, hasta que nos damos cuenta de que la muerte está en el fondo del camino. Y así corramos o no, ella siempre va estar esperando, porque al fin y al cabo llegar temprano no importa. El ser humano siempre vive apurado. De ahí sale el: “¿Qué más quiere, qué mas quiere” del cuento. Siempre estamos pidiéndole más a la vida, sin ser concientes de que al final del camino, cuando se oxide el reloj: está la muerte.

Análisis de cuento corto: "Aplastamiento de las Gotas"

Este cuento corto de “Historias de Cronopios Famas”, tiene una característica muy especial. Es increíble cómo Cortázar logra personificar algo que realmente es inanimado: las gotas. Cortázar le da vida al aguacero, y convierte a cada gota en un ente totalmente y con voluntad propia. Lo trágico (que es típico en un cuento de Cortázar), es que las gotas tienen un solo destino en ese aguacero torrencial: la muerte. Lo único que las gotas pueden hacer es remitirse a ser: “una viscosidad en el mármol”. Después de darnos una descripción completa de las gotas, de lo grandes y fuertes que crecen al colgar en las fachadas; decide asesinarlas y condenarlas a caer aplastadas en el suelo. Y hay algo aún más interesante: en el cuento también hay gotas que se suicidan, como si tuvieran personalidad y pensamiento individual para hacerlo. Es definitivamente genial ver cómo Cortázar logra darle vida a las gotas y hasta atribuirles una personalidad suicida. Esto sólo es digno de una persona con tanta imaginación como Cortázar, que tiene esa gran idea de darle vida a la gota que cae (sin caer en el romanticismo excesivo), y despedirse de ella sin más remordimientos. Tal vez lo que hace que este cuento sea un típico cuento corto de Cortázar, es que lo escribe con suma naturalidad, como si realmente las gotas tuvieran una personalidad, y una disposición a afrontar su inevitable muerte. Es meritorio dar la última frase de su cuento: “Adiós gotas, adiós”.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Biografía del Autor II

Cortázar comienza a revivir su identidad latinoamericana y su gusto por la patria Argentina. Recordaba con mucha alegría sus publicaciones en la revista "Sur". Evidentemente, a lo largo de toda su vida fue escritor de muchos cuentos cortos y libros que marcaron la historia de la literatura latinoamericana. Entre ellos está "Rayuela": un libro con una estructura sumamente compleja que cautiva a cualquier lector. Dentro de sus libros de cuentos, encontramos por ejemplo el de "Historias de Cronopios y Famas", del cual hablaremos más adelante en este blog. Cortázar muere el 12 de febrero de 1984 debido a la leucemia. Sin embargo, después de su muerte han quedado muy presentes sus obras, y su simpatía por la revolución y por la buena literatura.